Decir que no me gusta lo que está pasando en este país con la corrupción es quedarme corto. No sólo no me gusta sino que me preocupa mucho.
La corrupción me indigna y en mi caso sí puede condicionarme para dejar de votar a alguien. Pero lo que me preocupa especialmente es el clima que se ha creado. Resulta sospechoso, claro está, que un periódico de derechas se dedique a sacar a la luz las miserias del partido de derechas. ¿Quién hay detrás? ¿Qué se pretende? ¿Acaso otra gente más dura todavía en ese partido de derechas? ¿Alguien que quiere ocupar el lugar que actualmente ocupan otros? El argumento no me resulta falaz. Es evidente que hay sectores que pretenden mayor dureza en según que temas. En el tema de la recentralización del estado, por ejemplo. Los catalanes cuando oímos sables siempre pensamos que poco o mucho algo tiene que ver con nosotros. Y no solemos equivocarnos precisamente. También se habla, y no me extrañaría nada porque es un argumento que tampoco entra en contradicción con el anterior, que se está creando un caldo de cultivo idóneo para la llegada de un dictador tecnócrata que, deseado por todos ante un panorama tan desolado, se ahorraría el título de dictador, que es en definitiva lo que sería
Más allá de las oscuras intenciones está el descarnado tema de la corrupción en sí mismo, y su uso. Veamos, y seamos críticos, empezando por mí. Si yo escucho de un escándalo gordísimo en el PP tiendo a ser acrítico y creérmelo sin garantías. No, no estoy diciendo que no me crea el asunto de los sobres. Es más, lo creo sin problema ninguno, porque conozco la catadura de ese tal Bárcenas y porque no me fío en absoluto de los demás presuntamente implicados. El sábado estuve gritando ante la sede del PP en Barcelona (ver foto), en la calle Urgell. O sea que lo creo y por tanto me indigna hasta la afonía. Pero si soy crítico he de admitir que creo con gran facilidad los escándalos del PP, y con la misma contundencia reclamo pruebas cuando la corrupción afecta a un partido que me cae mejor.
Lo que intento decir es que una democracia que funciona basándose en escándalos es una democracia sucia, que al final no distinguirá entre lo que es real y lo que no lo es. Lo cual, a la larga, favorecerá precisamente a los menos limpios.
No me gusta un país que está lleno de corruptos, porque ya sabemos por desgracia que esto es así, y además en todos los partidos políticos. No me gusta un país en que a los corruptos no les pasa casi nada, y en cualquier caso, nunca devuelven el dinero robado. No me gusta un país que recorta a los débiles y permite que los fuertes se enriquezcan con dinero público. No me gusta un país que en época de vacas gordas se gastó el dinero en aeropuertos sin aviones y en trenes sin pasajeros, mientras que los trenes con pasajeros eran completa y absolutamente olvidados (creedme, sé de qué hablo).
No me gusta un país que juega con la corrupción para herir a otro con voluntad política. No me gusta un país con una prensa vendida que no contrasta todas las informaciones que publica. No me gusta un país que usa el concepto democracia de forma falsa. No me gusta un país que mientras habla de regeneración democrática está destruyendo la democracia. No me gusta un país que se opone, en Constitucionales y Supremos, a la voluntad libremente expresada por los ciudadanos. No me gusta un país que no permite que esa voluntad pueda ser expresada en las urnas. No me gusta la mentira, el engaño, el maquiavelismo de muchos. No me gusta la gente que, con las manos sucias, niega, se llena los bolsillos y da lecciones de ética o lo intenta.
No me gusta un país que recusa a los jueces cuando investigan lo que no conviene. No me gusta un país con un bipartidismo tramposo. No me gusta un país en que del colapso del bipartidismo no emergen con fuerzas partidos limpios de izquierdas. No me gusta un país en que temo que lo único que acabe por emerger sea el centralismo rancio y españolista en el peor sentido, por mucho que se vista de rosa cursi.
No me gusta un país en que también existe la corrupción pequeña, la del trabajo, la que puede (o no) afectarnos a todos nosotros. No me gusta un país con gente que pregona unos preceptos que es el primero en no cumplir. No me gusta un país donde impera la ley del más fuerte y se es inmisericorde en la lucha. No me gusta un país donde los partidos de izquierdas han de esperar el escándalo de turno para acceder al poder. No me gusta un país donde las izquierdas no hacen otra cosa que desengañarnos cuando gobiernan. No, no me gusta.
He dicho todo el rato un país pero podría perfectamente haber dicho un mundo.
No tienen verguenza.. y pienso como tú en algo, lo acabo de poner en twitter en modo ironía ON .. .España necesita esperanza… y va a tener Esperanza… al tiempo… me imagino a una señora que tú yo yo sabemos, sentada en su sofá, acariciando su gato negro, con su salivilla goteando de la boca… viendo como cae el presidente del gobierno de España… ¿o no ?
Alto y claro, amigo. Tampoco me gusta un mundo así.
Un abrazo
A mi tampoco me gusta pero sobre todo me indigna profundamente.
Un beso
Querido Ramón, lo que está pasando con la corrupción, da asco y es repulsiva, ver de la manera que están robando y nadie dimite, la guillotina instauraba yo en las plazas menudo reality, en directo, a ver si les quedan ganas de volver a robar.Esto como no se renueve y se juzgue a tod@s estos chorizos, ladrones sin escrúpulos, no se arreglará nada, ya ves la sanidad educación, la jubilación ,los 6.000.000 millones de parados yo incluída desde primero de año, asco me da todo, y una repugnancia terrible, un abrazo y muchas gracias por dejarme desahogar.
No se si será porque he visto algo, o mucha m…, no se, pero esa sensación la tengo desde bien niña. Me sentía rara de sentir así cuando tod@s estaban tan conformes, y mejor no sigo. Ahora, sencillamente me abstraigo, pienso en relativo y miro a las estrellas. Bss.
Me quedo con “no me gusta un mundo…” porque es asi, aunque escuece lo que tenmos más cerca…No se que va a pasar, pero yo también he pensado en la teoría de que se está gestando algo dictatorial y me da pavor…
Lo que está claro es que no vamos por buen camino…
Petons
La lista de “no me gusta” por desgracia es interminable… solo nos queda la esperanza.
Estimado EastRiver, pues esta morralla es la que tenemos en el mundo… y en África llevan así doscientos años o más.
Saludos
No podemos descartar nada de lo que has dicho. Claro que puede ser que se esté gestando algo en la derecha. Muchas veces pensamos que la izquierda es la única que nunca esta unida y no es cierto. La derecha cuando le interesa, y le interesa casi siempre votan juntos aunque sea a “La abeja Maya”. Creo Ramon que ahora mismo lo que pensemos o comentemos no sirve de nada. Hay que esperar….
A mí tampoco me gusta, ni el país, ni el mundo. No entiendo nada, me indigno a cada segundo, no comprendo, me parece una pesadilla… Esto no es un país, es un negocio, como lo es el mundo para los desaprensivos que nos dominan. Un asco, vamos.
Ayer en una entrevista a Jordi Évole (Salvados), a la pregunta … de que está pasando y a donde vamos a llegar.. contestó…. más o menos esto
.
– A, mi lo que realmente me da miedo, es quien esta detrás de todo esto, quien maneja los hilos, pues la solución o el recambio puede ser inmensamente peor…..-
Como tu muy bien apuntas,…… los sables, una guera de sillas dentro del PP, un tecnócrata facha…una dictadura., .
Huelo a Momia de Aznar……
Que Dios nos coja confesados…….. a los creyentes claro.
Petons
Sí sembla que el futur és d’una dictadura cienciocràtica o tenocràtica, el domini de l’amo i de la ciència, i podem, és el meu cas, no voler-ho, perquè potser puc saber de què pot anar, és el que ens està portant o una mà negra o blanca, però a la fi està modelant el que la gent vol, o és la gent, l’inconscient col·lectiu qui farà els canvis, tot i que hi haja llibertat d’expressió, i dictadura econòmica, i pensa que el capitalisme està acabat, i ens ve el socialisme cienciocràtic, en part Marx tenia raó, però també tots els filòsofs que hi han posat la seua, el que no sabíem és que amb el capitalisme hem tingut el major progrés que mai ja no tornarem a tenir mai, sí també sé que com en tot sistema hi ha hagut fam, misèria cultural, de sentiments, espiritual, l’home ha estat mercantilitzat, però en la transició en el capitalisme o discurs capitalista al poder, en la transició de la caiguda del Pare hem viscut el cènit de la cultura humana. El futur només l’amo ho sap, i que Déu ens agafe confessats, espere que hi haja llibertat de pensament i d’expressió, i mira que dic també de pensament, i si pot ser dictadura econòmica, sinó serà guerra i tornar a començar amb el nou renàixer del discurs capitalista. Però tot sabent una altra cosa, es pot ser esclau en un món d’amos, i amo en un món d’esclaus, és una de les meues esperances.
Vicent
Jo no entenc res de res. No solsament, no m’agrada el que veig,sinò que m’enuntja, profondament. I em preocupa encara molt més. Quan s’arriba en aquest punt, hom es queda tan sosrprès i desenganyat, que no se sap que pensar ni que fer.
Inaudit, tot plegat!!! Fins òn anirem a parar?…
A mí tampoco me gustan todas esas cosas. Pero hay algo en lo que no concuerdo. No todos los partidos tienen corrupciones, al menos yo no sé que la hayan tenido o las tenga el PNV, ERC o IU/ICV.
Por cierto, no me extrañaría que en el tema Bárcenas, Aguirre esté muy interesada y no digo que lo haya provocado –¿quién sabe?– pero sí que está más contenta que unas pascuas.
Salud y República
Si volem que el món no acabe en una gran guerra, que ni els amos podran evitar, hem de pair la nostra Angoixa, fer-li un camí planer, sublimar-la, digues-li escrivint, estimant, fent política, periodisme, però sublimant-la positivament.
Un gran Home és el que sap conviure amb la seua angoixa! i fer-se’n responsable.
Vicent
És evident que cal canviar el país, però també la nostra actitud. I no és fàcil perquè sempre esperem que algú tiri de nosaltres. I miro al voltant i no hi se veure a ningú. Som un país sense tradició democràtica; es nota en la política i es nota al carrer. Jo sé el que vull i crec que coincidiria amb molta gent; però com ho hem de fer?
No nos gusta a nadie. Además parece que nadie sepa qué hacer ni cómo hacerlo, nos limitamos a opinar, renegar, quejarnos….. pero escribiendo en redes sociales, y lo que me asusta realmente es que no somos capaces de movilizarnos como se movilizaban en otras épocas. Y no tenían Internet!! o quizá sea esta la causa, la comodidad de quejarse uno en casa….
Bona nit Ramón.
Jo ahir vareig está cridant devan la Gneralitat de Valencia, aploian als minusvalids, per els retalls que en fet en els asuntos socials i la Sanitat, encare que facin orelles sordes, al menys una es desfoga.
A mi tampoc m´agraden gens les injusticies que están passan.
Una abraçada, Montserrat
¡Qué país, qué mundo¡ A mí tampoco me gusta ;(
Besos
Me indigno contigo.
Me sumo al no me gusta el mundo que veo, al país que siento mio y que está hecho unos zorros…además siento una indignación enorme con lo que está pasando.
La contaminación arde por las esquinas, muy pocos se salvan!!
“podría perfectamente haber dicho un mundo”… Pésima situación la que estamos viviendo, hay que actuar, pero como hacerlo siendo tan pequeños, como insectos ante la bota que nos pisotea.
Abrazo!