(He estado literalmente ausente en estos dias, de vacaciones, lejos de casa. En cuanto llegue, en fecha proxima, podre visitaros como acostumbro. Os dejo la siguiente entrada desde el norte. Disculpareis esta breve introduccion desde un teclado sin acentos…)
Lo bueno de la crisis es que sirve para desmontar tópicos. El tópico por ejemplo de que las izquierdas gestionan mal: no hay más que ver lo que está ocurriendo en Valencia, donde lleva tantos años gobernando el Partido Popular, o la forma en que el gobierno central está gestionando la crisis.
Otro tópico que cae por su propio peso: el de que lo público es de peor calidad. Ahí está la sanidad pública española que durante muchos años ha sido de las mejores del mundo. Compárese, ya puestos, con la sanidad norteamericana, ejemplo de sanidad privatizada y que nunca ha descollado por su excelencia. Al contrario.
Estas dos lecciones no deberíamos olvidarlas nunca, y menos en plena tormenta de mentiras con que nos inundan.
Hace unas semanas estuve cenando con unos amigos y hablábamos de estos temas. Llegamos a una conclusión: el estado español ha funcionado muy bien en muchos aspectos durante muchos años. Era lícito que nos sintiéramos orgullosos del Estado del Bienestar del que gozábamos. Sólo ha habido una cosa que no ha funcionado nunca, de la cual se han derivado todos los males: la justicia. La justicia española ha sido siempre un desastre. Es decir, la justicia española ha sido siempre básicamente injusta (por muchos y diversos motivos que muchos sabrán analizar mejor que yo). No es necesario poner ejemplos: todos recordamos ladrones confesos que pasaron en el mejor de los casos seis meses en la cárcel (si es que la pisaron), leyes que se modificaron oportunamente cuando interesó a los políticos o incluso jueces silenciados.
El resultado es que perdemos lo bueno que teníamos y lo malo se fosiliza. Pero como mínimo, no vayamos a creer las mentiras que nos cuentan. Sería nuestra peor derrota.
Pienso que el amigo alemán de Felipe Gonzalez (Helmut Smich), sabía muy bien lo que hacía. Abrió el grifo del dinero y España se convirtió en el país más subvencionado de Europa. Tambien el tal HS, sabía que un día se acabaría y que los acostumbrados a vivir de la subvención se sublevarían. Es lo que hoy está pasando en este país. No ha habido provincia que no le haya tocado la lotería. El PER hace años (1985) está establecido como ayuda en Andalucía y Extremadura. Pero no ha ayudado a crear nada de empleo. Subvenciones en forma de las mil y una noche en las demás autonomías, que hay tenido el mal uso del voto cautivo. Las he visto en Guadalajara (asfaltado gratis en los pueblos sin ninguna necesidad); en cataluña (piscinas olímpicas en pueblos de 1000 habitantes para el solo disfrute del mismo pueblo ); en Aragón, bonificar con dinero el cambio de cocina de gas a electrica…millones de dinero tirados..y solo para el voto cautivo…Y ahora se ha acabado. Este el país de la subvención. Y del latrocinio. Salut
No puc pas estar en desacord amb tú. Tens mes rao que un sant. Només que t’has deixat el sistema educatíu, que també era perfecte, peró que mai va donar bons resultats.
Les opcions del dos partits majoritaris, cada vegada que ho volien arranjar, ho feient més malament.
la justicia, te un mal gréu i que no te cura: que no es lliura ni imparcial. També es de partit. Ya està tot dit.
Gaudeix de les vacances al màxim, i fins quan vulguis, aquí estem. Una abraçada.
Hay algo más que ha fallado en este país, Ramon.
Creo que ha fallado la clase política, más procupada del beneficio propio que del público. Y que los hemos dejado hacer cuando deberíamos haberlo oblifgado a ser honrados y transparentes.
Se salvan dos o tres. Y lo hacen a nivel personal.
Un beso de anís con chocolate y decirte que sí dejas un hueco grande cuando no estás, que se te extraña!!! Así que estaré esperando tu regreso.
p.d. izquierdas, derechas, centrales, o lo que sea, siempre que no se les vigila de cerca, hacen de las suyas… tristemente siempre estamos demasiado ocupados solucionando las broncas que ellos provocan como para todavía tener tiempo, energía para cuidarlos!!! pero no dejan otra opción. Todos los pueblos tendremos que redoblar esfuerzos para poner en el lugar que les corresponde a los de la clase política…
Precisamente hoy he copiado un post de Carlos Galeón sobre el actual ministro de Justicia. Ay, ay, ay. no soporto a los lobitos con piel de oveja, y lo peor es que se sienten maravillosos, ni un remordimiento oiga, que los fines justifican sus mediios. Ay, ay.
Prefiero desearte que estes pasando unas estupendas vacaciones, mi persona disfrutando de la galvana post movida familiar y tal. Bsss.
Ai Ramon…
La justícia sol tenir sempre un plat de la balança preparat per ser favorable a qui mes convingui. No es pas un descobriment nou però no deixa de sembrar de sorpreses sempre que ens assabentem de una cas nou.
La crisis, es com es, però crec que no hem estat a l’alçada de les circumstancies. Els politics ens representen però no sabem com manar-los perquè facin la feina ben feta. Si els son els nostres operaris i nosaltres ela paguem amb els nostres impostos, la responsabilitat es nostre de mantenir-los al carrer. No tinc simpatia política ni per la dreta ni per la esquerra. Tampoc pel mig. Ja fa tems que no crec en ells.
Potser si que un bon dia el poble despertarà de la llarga letargia que esta vivint.
Una abraçada
Cert, la justícia és el pitjor i com podrem comprovar mai, en les campanyes electorals, no es parla del tema ni es fan propostes per part de ningú per tal de millorar-la, està malament de baix a dalt, des del tema administratiu fins als grans llocs de poder.
Però, la veritat, tampoc he vist grans manifestacions ‘del poble’ demanant una millor justícia, sembla que hi ha d’altres prioritats i així va tot.
Me apunto a la lista de indrédulos, no me creo nada de este Gobierno, más que nada porque nos están jodiendo la vida, ya las pruebas creo que nos remitimos los españoles de bien.
BESICOS.
Nos sobra individualismo, amigo Ramón. Nos falta asumir y actuar como colectivo que lucha por un mismo fin y es por eso que hemos dejado que la clase política más canalla haya estado enriqueciéndose a nuestra costa y nos ha tirado al pozo del bienestar llevándose la escala para salir.
Les hemos dado demasiada “cancha” y lo estamos pagando de la peor manera posible… pero aún creo en nosotros y en la posibilidad de salir adelante, más reforzados y cívicos.
Un abrazo de domingo abrasador
Estoy totalmente de acuerdo contigo, la Justicia o lo que es lo mismo el Poder Judicial de este país todavía sigue anclado en el pasado y yo pienso que es el poder menos democrático de los tres poderes, aunque los otros dos también tienen sus meloncitos podridos, muy podridos.
Felices vacaciones y a seguir disfrutando.
Bicos
Bueno, te veo en realidad optimista y satisfecho, y eso es bueno. Creer que sólo la justicia ha funcionado mal me gusta verlo escrito.
Actualmente, yo lo estoy viendo como contaba Eduardo Mendoza hace poco: “somos un país cutre, de bohemios y mangantes. Nuestro error ha sido olvidarnos de eso”. (Lo cito de memoria y con errores, pero juro por san Pedro que el sentido era ese).
Per a mi el neoliberalisme és la derrota de l’humanisme, és l’anarquia del capital, l’anarquia dels diners, i hem tingut tant amb les dretes com amb les esquerres un gran país, un país en el que ningú es quedava arruinat per haver de tenir un càncer als cinquanta anys, ni ningú es quedava sense sostre ni diners per a poder menjar, però això sí ens vénen temps roïns, esperem que no guanye la dreta neoliberal que ja s’albira als EEUU, sinó estem perduts, i és questió de que la piloteta entre, és a dir, que el poble no li done el seu vot, tan fràgil com açò.
Una abraçada i endavant amb la democràcia, hem de fer de l’estat quelcom que intente podar les diferències, repartir la riquesa.
Vicent
Así como lo describes al final es como está la justicia, fosilizada y administrada por unos jueces fósiles.
Saludos.
Adhiero, en un 100%, hay ciertas “verdades” que se han impuesto quién sabe por qué artilugio…mediático? social?…no sé, verdades de perogrullo jamás comprobables…
Un abrazo.
Totalment d’acord, en tot.
Però jo vaig més lluny…el sistema capitaliste és una dictadura.
“Ahí queda eso…”
Besos i gaudeix del descans amic!
No solo la justicia Ramón, también los hombres que dejaba que eso ocurriera y siga ocurriendo. hace tiempo que no me creo las mentiras, pero la impotencia está ahí…¡qué vamos a hacer con esas mentiras?
Disfruta de las vacaciones
Besos
Pues quizá algunos no nos las creemos porque pensamos como tú, pero la inmensa mayoría del personal de a pie las cree, lamentablemente. Espero que “abran los ojos” antes de las siguientes elecciones.
Cuando la Administración de Justicia no alcanza un determinado nivel de calidad, no se la puede nombrar como tal, ni tampoco se puede tachar a nadie de fatalista o catastrofista, por llamar a las cosas por su nombre. El Poder Judicial en cuanto a institución constitucional, no existe, es un gran engaño, una falacia, una estafa intolerable (aunque, hay que reconocer que afortunadamente sigue habiendo jueces y fiscales que pese a las coacciones políticas, corporativas e institucionales, tienen la valentía de imponer la ley, o eso espero).
Lo que está en juego es al fin y al cabo la auténtica independencia de los jueces, independencia que nunca será real mientras que la Justicia siga siendo la continuación de la lucha política en otro ámbito y con otras armas.
Tinc un amic que coneix l’administració a fons i diu que el tema de la Justícia és de jutjat de guardia. Que no és un problema de pressupost sinó d’idiosincràsia tant de jutges com de funcionaris. Segons ell és un escàndol majúscul contra el qui ningú s’hi vol posar!
El buen amigo Antonio (del blog Cosas de Antonio) me escribe en El far de Maians un comentario a esta entrada que quiero rescatar aquí: “Tal vez, amigo Ramón, por eso andan las multinacionales a la caza y la compra de la sanidad española, es un buen bocado para neutralizar la deuda pública que se incrementa con la especulación financiera y la estrategia de las agencias calificadoras.
Que pases unos buenos días en ese norte tuyo que para mí es más norte aún.
Un abrazo”